jueves, 24 de septiembre de 2015

Preview del SHIELD 50th Anniversary: Fury

Una de las decisiones más polémicas de las que haya tomado Marvel en los últimos años, sin duda alguna, fue la de ‘sustituir’ al Nick Furia de toda la vida por un pseudo-Nick Furia, presunto hijo del original, todo ello motivado ante la nueva e icónica imagen que se gastaría el Director de S.H.I.E.L.D. gracias a su papel en el Universo Cinemático Marvel donde lo encarna Samuel L. Jackson.

Estaba claro que teniendo a un Nick Furia de color tanto en las versiones animadas, como de los juguetes que vende la compañía, tarde o temprano en Marvel buscarían la manera para amoldarse a esta nueva imagen, pero claro, había maneras y maneras…

Markus Johnson fue presentado casi como una violación de la continuidad, ya que a pesar de ser hijo de Nick Furia, a nadie se le escapaba que tarde o temprano sustituirá a su padre. Luego hablamos de enchufismo…

Pero lo peor de todo es la manera en la que La Casa de las Ideas decidió prescindir del icónico Nick Furia en el transcurso del evento ‘Pecado Original’, descubríamos más de un secreto que harían que Furia se jubilara ocupando un nuevo lugar no menos polémico, pero que lo alejaría de su hijo para convertirlo de manera oficial en el NICK FURIA oficial.

Movimientos aparte, parece que en Marvel no quieren olvidar los verdaderos orígenes de un personaje tan carismático como vital dentro de la cronología de la editorial y celebrando el cincuenta aniversario de S.H.I.E.L.D. ha llegado de darle un merecido homenaje.

Lo cierto es que a día de hoy no creo que haya nadie que sepa que en los cómics hubo dos Nicks Furias y que el actual es el hijo del viejo… Pero ya va siendo hora que utilicen al viejo Furia para que los hechos pasados a los que tuvo que enfrentarse en uno de los peores eventos orquestados de la editorial, no caigan en saco roto.

El tiempo dirá si tarde o temprano volvemos a tener al Nick Furia de toda la vida de nuevo en la palestra, porque al fin y al cabo, Samuel L. Jackson no es eterno, mal nos pese…


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