Desde que entrara por la puerta pequeña en La Casa de las
Ideas, el escritor Nick Spencer ha dado muestras de tener dos perfiles muy bien
diferenciados.
Por un lado tenemos el perfil del que hizo gala en algunos
episodios de relleno de la serie regular de “Vengadores Secretos” y su
posterior relanzamiento a tiempo para el segundo volumen, donde el guionista dio
muestras de ser uno de esos del montón, que puede que tengan un par de ideas
interesantes pero suelen pasar desapercibidos en la editorial ante la marabunta
de títulos que se publican mensualmente sin nada a destacar realmente. Capaz de ofrecer un trabajo de lo más insustancial y soporífero.
Y por otro lado luego tenemos el perfil del que el escritor
dio muestras de la verdadera genialidad que suponía su incursión en el universo
arácnido con “Los Enemigos Superiores de Spiderman”, una de las series más
refrescantes y disentidas que haya publicado Marvel Comics en la última década.
Es gracias a esta serie que el creador de la independiente “Morning Glories” ha
permitido vislumbrar que pese a lo llovido, aún tiene tela que cortar sobretodo si le dejan trabajar cómo a él le gusta.
Fijaros si en Marvel lo tienen todo atado y bien atado, que
el miércoles en el que se hace público el primer teaser tráiler de “Ant-Man”
van y nos cuelan al otro lado del charco el primer número de lo que será la
nueva serie regular protagonizada por el personaje y que llega justo a tiempo
para aquellos aficionados que se acerquen al mundillo del cómic gracias a sus
adaptaciones cinematográficas. ¿Quién da más?
Pese a que parezca un producto de encargo editorial – que lo
es -, Nick Spencer en este nuevo trabajo vuelve a deslumbrar a extraños y
escéptico dejando patente que nos encontramos ante un escritor en alza que
cuando se encuentra en estado de gracia es capaz de hacernos disfrutar de lo
lindo con una serie de un perfil secundario como ésta, además de extraer oro
puro de las situaciones más cotidianas a las que pueda llegar a enfrentarse un
tipo cuyo poder es el de reducirse al tamaño de una hormiga.
Ramon Rosanas acompaña al escritor en el aspecto gráfico y
al igual que en sus trabajos más independientes, el dibujo va como anillo al
dedo, en una apuesta de Marvel Comics que pese a verle las orejas como al lobo,
puede resultar una gratificante nueva serie regular que probablemente no dure
más de lo que dure la película del Hombre Hormiga en la gran pantalla, pero que
al igual que todos los títulos de la segunda hornada de la Marvel de Axel
Alonso, pudieran llegar a trascender más allá de su concepción inicial para
convertirse en un verdadero placer al paladar si lo dejan explotar la serie
según sus convicciones.
La cosa no podía haber empezado mejor, la verdad.
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