Uno de los personajes más afortunados de cuantos pueblan en
el Universo Marvel, es sin duda alguna, el Hombre Sin Miedo.
Desde que Frank Miller recalara en el procesador y dibujos
de la serie regular del Cuernecitos, elevando al personaje a la categoría de
culto, el personaje aún con su independencia, logró capear cualquier temporal
que sacudiera a La Casa de las Ideas.
Su posterior renacimiento llegaría con Kevin Smith y Joe
Quesada, quienes estrenarían volumen en la nueva editorial, Marvel Knights. Un
lugar donde se profundizaría de una forma mucho más adulta, en algunos oscuros
rincones del imaginario de la editorial con personajes como Punisher, Elektra y
el abanderado: DAREDEVIL.
Uno de los momenos definitorios para el personaje llegó con
Brian Michael Bendis y Alex Maleev. El tándem arraigó en la serie regular de
Daredevil y durante un lustro nos narrarían las desavenencias de Matt Murdock y
Daredevil, en una de las mejores etapas jamás elaboradas desde tiempos de
Miller.
Posteriormente, los consecutivos sucesores que iban tomando
el relevo de Bendis, Ed Brubaker, Andy Diggle, fueron bebiendo del caldo que
dejaban preparado otros, añadiendo ingredientes de allí y allá, pero siempre
con pretensión de ir avanzando más y más en el viaje a la oscuridad de Matt
Murdock, llevándolo a límites de lo más insospechados.
Finalmente, ante la corriente indie que parece imperar a día
de hoy en algunos títulos secundarios de la editorial, Mark Waid recayó junto
con Marcos Martin, en una etapa que rompía con lo visto anteriormente y nos
devolvía un Hombre Sin Miedo mucho más luminoso, alejado de las sombras que
normalmente lo acompañaban, recordándonos que antes de Miller, el personaje,
era de otro talante.
La etapa de WAID será una de las más recordadas, sin duda
alguna.
Pero ya sabemos cómo funciona la maquinaria de La Casa de
las Ideas y tras el éxito de la versión televisiva del personaje en Netflix,
era necesario volver al ‘Daredevil’, oscuro y deprimente, ¿o no?
Charles Soule y Ron Garney se encargan del nuevo
relanzamiento de la cabecera regular del Diablo Guardián de la Cocina del
Infierno y lo hacen volviendo a beber de referencias más que obvias, pero
aportando un nuevo toque de frescura, que puede llegar a rechinar con lo visto
anteriormente, pero los grandes dictados de las altas esferas se condicionan al
éxito de sus otros productos audiovisuales y es algo que seguro hará que se
enriquezca ésta nueva etapa que empieza con importantes visos de convertirse en
una de las imprescindibles del próximo año.
¿Cuánto os apostáis que para el segundo arco argumental
tendremos la visita de Punisher y Elektra?
En cualquier caso, este tipo de retroalimentación, para nada
es mala, al menos bajo mi modesto punto de vista.