Uno de los peores handycaps con los que contó “Agents of
S.H.I.E.L.D.” en su primer año de emisión, fue sin duda alguna las expectativas
que muchos espectadores y lectores de tebeos se formaron alrededor de la
primera incursión televisiva en carne y hueso de Marvel. Y es que las
expectativas son un arma de doble filo, algo que no ayudó a que la serie consiguiera
despegar ya que cualquier espectador en su sano juicio la hubiese abandonado a
la primera de cambio; mientras que el lector de toda la vida, observaba
horrorizado como el gran potencial del concepto de la serie se veía sepultado
por personajes de manual y situaciones que no hacían más que acrecentar esa sensación
del quiero y no puedo. Una constante que se repetiría a lo largo, sobre todo,
de la primera tanda de episodios de la serie.
Pero entonces llegó Capitán América: Soldado de Invierno y los
eventos que ocurrían en la película afectaron de manera inmediata a Coulson y
su equipo, debido a la infiltración de la fuerza Hydra entre las filas de la
organización gubernamental dirigida por Nick Furia y que pronto se vería sumida
en una guerra que traería un caos de proporciones épicas; lo que permitiría a
la serie remover la centrifugadora para poner todo lo que conocíamos de los
personajes y de su entorno patas arriba.
Fue en la recta final de la primera temporada donde la serie
mostró sus verdaderas cartas y de pronto los espectadores y los fieles lectores
de tebeos pronto se encontrarían con una serie que había conseguido suprimir
todo lo malo que había adoptado en sus primeros episodios y retorcerlo de tal
manera que semana a semana antes de su final, fue ganando adeptos y adeptos que
volvieron a confiar y creer en el potencial de la serie, ya que por vez primera
las expectativas habían sido cubiertas.

Teniendo en cuenta todo esto, la segunda temporada se estrenaba
el pasado 23 de septiembre en Estados Unidos, dejando patente que la serie por
fin ha encontrado su propio camino a la madurez, lo que hará que muchos se
tomen la serie en serio por vez primera desde su concepción.
Y es que ahora los telespectadores y lectores de tebeo no
deben enfrentarse a esas temidas expectativas, ya que todos sabemos cuáles son
las reglas del juego de la serie y de sus personajes, además las limitaciones que conlleva el medio y ya,
después de todo, estamos curados de espanto.
La nueva temporada de “Agents of S.H.I.E.L.D.” da inicio con
un flashback en la Segunda Guerra Mundial, donde vemos a la Agente Carter junto
con el resto de Comandos Aulladores, presentados durante la película Capitán
América: El Primer Vengador, tomando lo que sería la última base de Hydra
intacta tras la caída del temido Cráneo Rojo. La escena guarda más de un guiño
y se encarga de presentar el Obelisco que dará pie al arranque a la nueva
misión de Coulson y su equipo en el presente.
Y es que es en el presente donde el episodio se encarga de auto
homenajearse, ya que no se le puede escapar a nadie los guiños que hay entre
las dos misiones que dieron inicio en sus respectivas temporadas, pero en esta ocasión
nos encontramos con un mundo muy cambiado.
Ahora Coulson dirige la nueva S.H.I.E.L.D. que intenta
ganarse el favor de la opinión pública y del ejército americano (ya de paso),
ya que todos ponen en el mismo lugar a la agencia gubernamental que a Hydra. Lo
que deja muy poco margen para la nueva agencia para ponerse en el camino
correcto que busca la redención en un mundo que ha dejado de confiar en ellos,
por motivos obvios.
Para empezar tenemos un buen número de personajes que hace
crecer el grupo de Coulson y compañía, pero sólo sirven para que veamos la
nueva dinámica por la que se moverá el nuevo equipo que trae consigo interesantes
cambios y variaciones con respecto a la anterior temporada.
Skye, la rebelde hacker activista, ahora es una dura mujer
de armas tomar que no duda en las misiones de campo que le asignan
convirtiéndose en un activo a considerar dentro de la nueva S.H.I.E.L.D.; May
no ha sufrido ningún cambio aparente, algo difícil de afirmar debido al
introspectivo carácter de la dura agente; Simmons tiene que hacer frente a las
cicatrices que le dejaron al final de la primera temporada junto con Fitz –
aunque hay una sorpresa final que denota el tono adulto que parece haber
adoptado la serie - ; mientras que Coulson debe hacer frente a su misión más
importante: dirigir S.H.I.E.L.D. cuando tiene a todo el mundo en su contra.
También tenemos por ahí al ex agente Ward, infiltrado de Hydra tal y cómo se
descubrió, quién permanece en una aislada celda de contención y su principal
propósito parece encaminarse hacia el lado de los ángeles tras haber tenido
tiempo para pensar en sí mismos en estos últimos meses.
El primer episodio se centra en asentar las bases bajo las
que se moverá la nueva temporada, una temporada mucho más oscura y adulta que
su predecesora, algo que hace que gane enteros ya que se dejan de lado algunas
salidas de tonos infantiloides, para por vez primera tomarse en serio a sí
mismo y crear un drama de espionaje a la altura, con leves dosis de ironía,
pero leves, no al revés.
En contra a lo que ocurriera en la primera temporada, en el
primer episodio queda delimitado y muy bien, que Hydra seguirá siendo la
principal antagonista de la nueva S.H.I.E.L.D. presentando al villano de la
temporada que vendrá acompañado por seres con dones poco habituales, conocidos,
sobre todo, por los lectores del cómic.
La aparición de Carl Creel se gana todos los favores de
cualquier seguidor del cómic, ya que se convierte en toda una amenaza a la
altura de Coulson y su equipo, además de guardar más de un guiño para todos
aquellos seguidores del Hombre Absorbente, cuyo papel en el Universo Marvel de
las viñetas tampoco es que lo haya hecho brillar en demasié.
Y la de los agentes secundarios es una buena muestra del camino que quieren tomar con la serie, donde el peligro es real y se palpa en el aire, uno de los puntos flacos de la anterior temporada, donde lo malo no existía y la amenaza no era ni concebida como un peligro.
Sobre todo, uno de los grandes puntos positivos de la serie
es que ya no se ve limitada por su propio escenario, ya que el avión que le
asignaron a Coulson en el primer año, limitaba el margen de acción, en
ocasiones hasta despertando vergüenza ajena con según qué situaciones. Ahora
con un nuevo equipo de agentes y un nuevo enclave operacional S.H.I.E.L.D.
parece S.H.I.E.L.D. y no un descafeinado departamento que poco o nada tenía que
ver con las expectativas que muchos nos creamos alrededor de la serie.
En definitiva, “Agents of S.H.I.E.LD.” ha vuelto a
conseguirlo. Con un tono más oscuro y adulto, la serie ha vuelto a
encandilarnos a fuerza de bien, ya que una vez asimilados todos los personajes
por primera vez empezamos a preocuparnos por lo que les pueda llegar a pasar y
lo que les ha pasado, más que por la aparición superheróica de turno, que es en
un principio uno de los grandes reclamos con los que se intentaba vender la
serie que no fue tal.
Y desde aquí empiezan los SPOILERS...